07 octubre 2012

El paradigma de la movilidad sostenible


Pensamientos o creencias incorporadas en primera instancia sobre la movilidad generan un marco teórico y práctico para el desplazamiento de las personas y las cosas que se escapan en muchos casos al ámbito de interacción de éste en términos de ecología, sociedad y economía.

La problemática principal surge de la crisis que generan en la planificación del transporte estas creencias que podemos basar en dos principales y que se incorporan en la mayoría de los análisis y estudios de evaluación. 1. El entendimiento de la necesidad del transporte como una necesidad derivada no como un valor, es decir, la pérdida del valor del transporte que sólo es reconocida en caso de que el transporte sea por un viaje de ocio 2. Las personas entienden sus viajes entorno a minimizar dos variables: coste y tiempo.

Si a lo anterior le sumamos la descentralización de las ciudades (distancias y velocidades aumentan) y las actividades dispersas (segregación de las personas), surgen problemas para los planificadores urbanos que se encuentran con la necesidad de generar estrategias de planificación claras, orientadas a la escala personal, que consigan equilibrar las dimensiones físicas (forma urbana y tráfico) y las dimensiones sociales (personas y proximidad), proveyendo alta calidad y accesibilidad siempre en términos de realidad.

Es lógico pensar en un cambio para nuestros dos dilemas, por un lado aumentar el valor del tiempo de ocio y la flexibilidad en los patrones de viajes, aquí juega un papel fundamental la complementariedad entre transportes y TIC que cada vez más se adaptan a las necesidades. Y por otro lado, transformar el viaje-demanda en un viaje-valor generando gastos razonables de tiempo por viaje en función de la fiabilidad.

Podemos entonces hablar de un enfoque de la planificación hacia la movilidad sostenible lo cual requiere de: reducir la necesidad de viajar, reducir la longitud de los viajes (aumento de la densidad y la concentración), aumento de la eficiencia en el sistema de transporte, fomento de modos de transportes sostenibles (ciclos, andar) e involucrar a los usuarios. Este último punto se destaca como una de las necesarias para conseguir una movilidad sostenible, punto que se puede desarrollar mediante una serie de acciones como son la sensibilización, la información, la educación, el empleo de los medios de comunicación y la publicidad. Todo ello orientado a conseguir un apoyo ciudadano activo, generar un cambio en el pensamiento, una voluntad de cambio y la aceptación de que nos encontramos ante una responsabilidad colectiva.

Al enfoque de la planificación del sistema hay que sumar la implementación de una serie de intervenciones políticas. Las acciones para lograr el desarrollo de la movilidad sostenible y los medios innovadores para que las personas estén involucradas vienen relacionadas con las medidas políticas. Entre las que se pueden destacar: ralentizar el tráfico urbano (aparcamientos, controles, peajes), la reasignación de espacio al transporte público, restringir el acceso, redistribuir el espacio haciendo utilización eficaz de la capacidad disponible, considerar la carretera un espacio haciendo nuevos usos en ellas (mercados, rastrillos), invertir en tecnología de los medios de transporte, sistemas de información y en el sistema de transporte haciendo indicaciones sobre las prioridades de la industria, regular y fijar los precios teniendo en cuenta los costes externos, hacer uso de la planificación y los reglamentos, y por último, las campañas de información con dirección personal enfocadas a la aceptación con lo que volvemos a la necesidad del respaldo de los usuarios.


La movilidad sostenible necesita del aporte multidisciplinar de la sociedad, de ir encontrando respuestas positivas y automáticas de todos nosotros (los usuarios), entre todos aportar soluciones y responsabilidades, siendo un buen punto de partida tomar conocimiento de la situación. Surgen así nuevas ideas como la creación de una capa de juego en la movilidad, generando un perfil social sostenible a cada usuario de la vía, perfil que se podrá compartir y premiar mediante sistema de puntos, medallas (ver Gamification). Idea como la de transformar las tasas de costes externos en estímulos positivos, cabe como ejemplo lo que hacen algunas compañías aseguradoras que realizan descuentos en el coste anual del seguro a aquellos usuarios que realizan una conducción con bajas emisiones de gases. Generación de un Software que evalúe y calcule rutas sostenibles, etc. La implementación de estas ideas y de lo expuesto en este texto requiere de un largo periodo de tiempo pero estamos en el buen camino, de momento  pasear bajo los árboles en otoño no paga peaje.

04 octubre 2012

Sostenibilidad urbana

Conviene establecer como punto de partida un objetivo general de sostenibilidad urbana, que podría formularse de forma muy sucinta en los siguientes términos:


Reducir la huella ecológica y mantener tanto la biocapacidad del territorio como las cualidades de su paisaje natural y rural, incrementando la calidad de vida en el entorno.


El concepto de huella ecológica, relativamente novedoso, ha acabado imponiéndose como una herramienta de análisis y comunicación sumamente útil porque expresa de forma muy sintética mediante un único indicador global la interrelación entre todas las dinámicas referentes al flujo de materiales, energía y consumo de suelo relacionadas con la realidad urbana: cuánta naturaleza usamos en términos de superficie (hectáreas globales) para resolver nuestras necesidades. Se usa ligado al concepto de biocapacidad, o nivel máximo de explotación que puede admitir un territorio sin perder su integridad.

Se establece así el entorno como objeto específico de la formulación, mientras que dentro de los conceptos de huella ecológica, biocapacidad, por una parte, y de calidad de vida, por otras, se hace referencia respectivamente a los aspectos más directamente ligados a la sostenibilidad ambiental, en los primeros términos, y a los aspectos socio-culturales y económicos, en el segundo, subrayando el imprescindible vínculo dialéctico entre ambos que constituye el núcleo del concepto actual de sostenibilidad. El concepto de paisaje, de algún modo, posee cualidades asociadas a ambos aspectos, al contener en sí mismo aspectos ambientales y socioculturales. 

Dentro de esta vinculación se halla implícito un reto de futuro y una hipótesis fundamental de cara a cualquier estrategia de transformación: la de que la reducción de las variables que constituyen la base para el cálculo de la huella ecológica, todas ellas relacionadas con el consumo de recursos y materiales y con el estado de la biodiversidad, puede y debe ir unida a un incremento en los indicadores que informan de la calidad de vida de la población afectada. Es decir, que se pueden mejorar notablemente las condiciones de bienestar de todos los seres humanos consumiendo menos recursos y mejorando las condiciones del entorno natural. 

Sostenibilidad ambiental  

  • Mantener la biocapacidad del territorio y minimizar el impacto  sobre el medio ambiente y el paisaje global y local de las actividades que se desarrollen en él,  favoreciendo las que contribuyan a la restauración de los ciclos naturales.

Sostenibilidad socio-cultural  

  • Incrementar la calidad de vida en términos de salud, de confort y de bienestar y cohesión social.

Sostenibilidad económica 

  • Maximizar social y ambientalmente los recursos económicos gestionados por el territorio y fomentar el desarrollo económico asociado a los recursos humanos, energéticos y materiales locales.


03 octubre 2012

2025: El mundo del Ingeniero Civil

El conjunto de la profesión de la ingeniería civil ha reconocido cada vez más la realidad de la disminución de los recursos, el deseo de prácticas y diseños sostenibles y la necesidad de la igualdad social en el consumo de recursos. Los ingenieros civiles han contribuido a elevar las expectativas globales en cuanto a sostenibilidad y custodia ambiental. La profesión ha liderado la aceptación mundial del diseño ecológico y se ha situado a la vanguardia en lo que se refiere a convertir las consideraciones ambientales parte de los análisis de ciclo de vida útil y de coste-beneficio. Los ingenieros civiles han instado a sus clientes a utilizar nuevas tecnologías ecológicas que mejoren la calidad de vida en entornos urbanos. Los diseños incorporan de manera rutinaria el reciclaje, ya sea mediante el empleo de materiales reciclados, o haciendo que los componentes del proyecto sean reciclables al final de su vida útil. Se han implantado nuevos procesos, menos perjudiciales para el medio ambiente, y la mayor parte de la construcción de nueva planta se basa en tecnologías ecológicas y de construcción inteligente. En la actualidad, muchos edificios nuevos producen más energía que la que consumen.


Respecto a demografía, el mundo lleva camino de una población que superará los 10.000 millones de almas en 2050. Hoy, las personas ocupan más espacio sobre el planeta que hace 30 años y presionan en exceso el medio ambiente de la Tierra, especialmente por las necesidades de energía, agua potable, aire limpio y eliminación segura de residuos. Durante los últimos 30 años, el calentamiento global gradual ha afectado profundamente a más de la mitad de la población mundial que vive a menos de 80 kilómetros de las zonas costeras. Estas zonas se han vuelto lugares mucho más duros para vivir debido al ascenso del nivel del mar, al incremento de la actividad de las tormentas y a la mayor susceptibilidad de inundaciones. El crecimiento de la población, la disminución de los recursos y el cambio climático han llevado la sostenibilidad al primer puesto de los problemas que requieren una atención global. Los cambios demográficos y el crecimiento de la población continúan presionando unas infraestructuras sobrecargadas. El desplazamiento de las personas de las zonas rurales a las ciudades y zonas aledañas se ha acelerado, lo que se ha traducido en un aumento de la densidad de población en todo el planeta. En el mundo desarrollado, las infraestructuras envejecen y el mantenimiento o sustitución no ha mantenido el ritmo de su deterioro. En el mundo en desarrollo, la necesidad de nuevas infraestructuras supera la capacidad de la sociedad de ponerlas en pie. Influenciada por el liderazgo de la ingeniería civil, la población comprende ahora mejor el nexo crucial entre infraestructuras y calidad de vida, que ha dado pie a un importante giro de la política pública a favor de una mejora del mantenimiento de la infraestructuras y de que se acelere su construcción.

Veinticinco años después de la promulgación de las Metas de Desarrollo del Milenio, se han realizado algunos avances, pero las propias metas continúan en su mayor parte sin cumplirse contra un telón de fondo de una demanda mundial cada vez más urgente de seguridad y restauración ambientales. La mejor comprensión del medio ambiente y la aceptación de valores ambientales ampliamente compartidos se han traducido en un mayor entendimiento de que los problemas ambientales globales se deben resolver mediante soluciones globales. Las naciones que no están dispuestas a aceptar estos valores se enfrentan a la presión mundial para que adapten sus normas generales a la sostenibilidad con el fin de mejorar la calidad de vida en todo el mundo.

La demanda de energía sostenible, agua potable, aire limpio y eliminación segura de residuos impulsa el desarrollo de las infraestructuras a escala global. La limitación de los recursos y la creciente demanda de energía han impulsado la necesidad de priorizar los recursos energéticos y utilizar combustibles alternativos. La utilización de carbón limpio junto con el secuestro del carbono, la energía nuclear y de fuentes renovables
como la eólica, la solar, undimotriz y geotérmica han hecho posible satisfacer la creciente demanda. Además, el aumento de la urbanización se ha traducido en un gran incremento del uso del transporte público y una menor dependencia del automóvil particular, lo que ha reducido mucho la demanda de combustibles fósiles. La mayor parte de los vehículos utilizan hoy la tecnología de la pila de combustible o recursos renovables, como el etanol.

La necesidad de agua potable continúa siendo un problema mundial. La rápida urbanización en los países en desarrollo ha convertido en un desafío satisfacer la siempre creciente demanda de agua potable. La mejora de los métodos de purificación del agua, las tecnologías de desalinización y el aumento del uso de sistemas de circuito cerrado han contribuido a satisfacer las necesidades. Cada vez se utilizan más sistemas de aguas grises y una filosofía de cambio para purificar el agua en el punto de uso, en sistemas descentralizados. Esto ha reducido la necesidad de tratar grandes cantidades de agua a los niveles de agua potable para consumo humano. También se ha traducido en ahorros de energía en el tratamiento del agua. Los principios de sostenibilidad están impulsando asimismo las demandas de eliminación segura de residuos y de aumento del reciclaje y la reutilización para producir reducciones sustanciales del caudal de residuos. Los avances en la tecnología nuclear han modificado los requisitos de eliminación de residuos nucleares altamente radioactivos. Las filosofías de diseño de vida útil han tomado el relevo, lo que se ha traducido en prácticamente cero residuos netos y grandes ahorros de energía consumida para la eliminación de residuos. Prácticamente todo se recicla y se reutiliza.

Se han implantado nuevas normas globales de diseño sostenible, promulgadas por organizaciones no gubernamentales (ONG), con el fin de satisfacer la demanda global de sostenibilidad, trascendiendo la capacidad de un solo país de mantener sus propias normas exclusivas. La adopción de estas normas y mejores prácticas internacionales de sostenibilidad se ha visto facilitada por una mayor conciencia de los motivos de responsabilidad a escala mundial. Cada vez más, los factores de impulso de los distintos proyectos abordan cuestiones regionales y globales, además de locales debido a las perspectivas ambientales convergentes en la comunidad global y a la necesidad de la sostenibilidad e integridad de los proyectos.Una de las claves de la estabilidad en el mundo es una mayor igualdad entre niveles de vida. Antes de lo previsto, el liderazgo y la colaboración con las principales partes interesadas de todo el mundo han cerrado la brecha entre naciones avanzadas, en desarrollo y subdesarrolladas. Los planteamientos innovadores se han traducido en incorporación, supresión, reparación o reemplazo de infraestructuras sobre la base de exigencias sociales diferentes. Se contempla a los ingenieros como líderes, maestros y alumnos de una amplia serie de temas ambientales y de infraestructuras. La financiación de las infraestructuras entraña de manera rutinaria análisis del coste del ciclo de vida útil con un debate público en cuanto a los equilibrios para diferentes cuestiones.

Fuente: Documento de la ASCE, La visión para la ingeniería civil en 2025, descarga el documento completo en http://www.4shared.com/office/LELpQ8RQ/Vision_2025.html
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