Ayer tuvimos el privilegio de poder asistir al Foro Nacional "Retos y desafíos de los Puertos Españoles, Transporte Marítimo e Infraestructuras en el siglo XXI". Allí pudimos acercarnos un poco más a la realidad marítimo portuaria de España. Queremos felicitar a la organización y con este artículo reflejar las ideas básicas que nos llevamos de la jornada.
España tiene 8000 km de costas con 46 puertos de interés general del Estado, gestionados por 28 Autoridades Portuarias que coordina Puertos del Estado bajo los fundamentos jurídicos del Real Decreto Legislativo 2/2011, de 5 de septiembre, por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley de Puertos del Estado y de la Marina Mercante.
España tiene 8000 km de costas con 46 puertos de interés general del Estado, gestionados por 28 Autoridades Portuarias que coordina Puertos del Estado bajo los fundamentos jurídicos del Real Decreto Legislativo 2/2011, de 5 de septiembre, por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley de Puertos del Estado y de la Marina Mercante.
En un contexto global, donde el 80% del planeta "tierra" es agua y el transporte marítimo es el modo de transporte más utilizado en término de comercio internacional. Los territorios necesitan desarrollar y gestionar infraestructuras, industrias y servicios dedicados en exclusividad o auxiliares al transporte marítimo. Este desarrollo y gestión son claves para el desarrollo económico de cualquier país. En este sentido, les es vinculable a los puertos españoles la generación del 2,07 % del PIB y el 1,23% de los puestos de trabajo del país.
Dentro del contexto global, los puertos españoles se enmarcan como infraestructuras básicas dentro de la Red Transeuropea de Transportes (RTE-E) definiendo la plataforma logística del sur de Europa. Con dos conceptos destacables (red de autopistas de mar y red de transporte combinado). Por los puertos españoles pasan el 60% de las exportaciones y el 85% de las importaciones (el 53% del comercio exterior con la UE).
La red de autopistas del mar concentra flujos de mercancías en itinerarios logísticos de base marítima, con objeto de mejorar las actuales conexiones marítimas, y establece nuevas conexiones viables, regulares y frecuentes para el transporte de mercancías entre Estados miembros. El término autopista implica puertos con un alto volumen de transporte y operaciones eficientes.
La red de transporte combinado incluye vías férreas y vías navegables que permiten el transporte combinado de mercancías a larga distancia entre todos los Estados miembros. Asimismo, incluye las terminales intermodales-multimodales dotadas de instalaciones que permiten el transbordo entre las diferentes redes de transporte.
Dentro del contexto global, los puertos españoles se enmarcan como infraestructuras básicas dentro de la Red Transeuropea de Transportes (RTE-E) definiendo la plataforma logística del sur de Europa. Con dos conceptos destacables (red de autopistas de mar y red de transporte combinado). Por los puertos españoles pasan el 60% de las exportaciones y el 85% de las importaciones (el 53% del comercio exterior con la UE).
La red de autopistas del mar concentra flujos de mercancías en itinerarios logísticos de base marítima, con objeto de mejorar las actuales conexiones marítimas, y establece nuevas conexiones viables, regulares y frecuentes para el transporte de mercancías entre Estados miembros. El término autopista implica puertos con un alto volumen de transporte y operaciones eficientes.
La red de transporte combinado incluye vías férreas y vías navegables que permiten el transporte combinado de mercancías a larga distancia entre todos los Estados miembros. Asimismo, incluye las terminales intermodales-multimodales dotadas de instalaciones que permiten el transbordo entre las diferentes redes de transporte.
Así, los principales retos a los que se enfrenta España en materia de puertos, transporte marítimo e infraestructuras vinculadas:
- Reducción de las tasas y servicios portuarios sin bajada en la calidad. Ya se ha producido una bajada generalizada que en la actualidad se encuentra congelada.
- Fomentar la iniciativa privada. Una clara apuesta por incentivar al inversor privado es la ampliación de los periodos concesionales de 35 a 50 años.
- Desarrollo de las infraestructuras del lado tierra (puerto seco). Con parte financiada por las propias Autoridades portuarias. Serán las actuaciones necesarias para adecuarse a la red de transporte combinado (RTE-E) y provocar la competitividad con los otros modos de transporte.
- Aumento de la flota. Fomentado centros de formación específicos y reacogiendo al personal extranjero.
- Promoción del turismo. A través del desarrollo de terminales específicas abogando por eficiencia y trato de excelencia.
- Fuentes alternativas de energías. Promoción del uso de otros combustibles más limpios y seguros.
- Mejora de la seguridad marítima.
Momentos del Foro Narcional "Retos y desafíos de los Puertos Españoles, Transporte Marítimo e Infraestructuras en el siglo XXI"