Hoy compartimos las conclusiones del VIII Curso de especialistas de carreteras que nos han hecho llegar nuestros compañeros de la Asociación Española de la Carretera, a través de su Delegación Territorial de Canarias.
LECTURA DE CONCLUSIONES
VIII Curso de Especialistas de Carreteras
LA BICICLETA EN LA CALLE Y EN LA CARRETERA:
Estrategias para garantizar la seguridad de todos los usuarios
25/26 noviembre 2013. Las Palmas de Gran Canaria / Santa Cruz de Tenerife
Mucho ha
llovido desde que en 1839 el Sr. Mac Millan inventara la primera bicicleta a
pedales, o desde ese primer “carril bici” allá por el año 1.897 en California.
Desde entonces hasta ahora el término “movilidad
sostenible” que tanto se le aplica,
le viene como un guante al uso de la bicicleta.
Conceptos
aplicados a la bicicleta como pueden ser: saludable, ecológica y universal,
nadie los discute; pero tampoco nadie discute su inseguridad y vulnerabilidad.
Entre el 3-5% de muertes en tráfico son de ciclistas; el pasado año 2012
fallecieron en España 72 personas por esta causa, 4 de ellos en Gran Canaria y
ninguno en Tenerife.
Para ello se hace necesario aplicar una serie de medidas técnicas arropadas por un marco legal adecuado.
Acciones como la “Estrategia de Seguridad Vial 2011-2020” que promueve la DGT, donde se plantea disminuir esa tasa de fallecidos a 37 muertos/millón hab, con una serie de metodologías, con objetivos intermedios, y una serie de estrategias y acciones concretas, como por ejemplo de carácter educativo como la guía del ciclista, campañas publicitarias o el “Manual de Movilidad Segura”, pretenden acercarnos a esta cifra.
Todo ello,
debe ir acompañado de las oportunas acciones legales como la futuras
modificaciones que se están gestando para principios del próximo año y que en
lo relativo a los ciclistas refiere el uso obligatorio del casco para menores
de 18 años, o el mantenimiento de la distancia de seguridad a 1,50 m entre
vehículo a motor y bicicleta. Para ello se están incorporando algunas mejoras
técnicas como el casco plegable presentado en Valencia o la varilla separadora
reflectante inventada por un usuario de las Islas Canarias.
Por otro lado,
desde otras Administraciones, se promueven programas de fomento del uso de la
bicicleta: planes de redes de vías ciclistas, redes ciclistas interurbanas,
normas que regulan la planificación, construcción, conservación y
mantenimiento. En esta línea, necesitamos Planes Territoriales Sectoriales como
el de la Diputación Foral de Guipuzcoa, con asignaciones presupuestarias y con
una serie de hitos intermedios para ir cubriendo objetivos.
También, son
necesarias disponer medidas de carácter técnico sobre las infraestructuras. El documento
“Proyectar Vías Ciclistas” que desde la Diputación de Valencia han difundido,
es de gran ayuda en este sentido.
Hay que
identificar correctamente la problemática; para ello es necesario conocer la
variedad de necesidades de las distintas tipologías de ciclistas. Ciclistas de
ocio y tiempo libre, deportivos de muy distintos niveles y necesidades,
transporte, cicloturismo de montaña, turístico; todos precisan de distintas
soluciones para su especialidad.
Es necesario
compatibilizar los tráficos y determinar su coexistencia y prioridades.
La alta
vulnerabilidad y elevada siniestrabilidad viene dada por la cantidad de
posibles accidentes que se pueden sufrir. Accidentes por alcance, atropellos,
es necesario vigilar los puntos de conflicto como los giros, cruces y conviene
separar lo más posible los tráficos a motor y de bicicletas.
Medidas
técnicas que se proponen para mejorar la seguridad son: los arcenes-bici,
pistas-bici, carriles compartidos, vías mistas, zonas 30, etc; todo ello por
supuesto con la adecuada señalización horizontal y vertical.
Las vías para
uso de ciclistas deben tener continuidad y conectividad con otras redes de
transporte como el tren, las guaguas, en ellos los aparcamientos de vehículos y
bicicletas son esenciales.
Una
señalización horizontal y vertical adecuadas son básicas para su buen funcionamiento.
Debemos desterrar las “aberraciones señaléticas”, extremar el cuidado con el
balizamiento en zonas de paso de ciclistas, o las pérdidas de arcén cuando se
llega a una glorieta.
Debemos tener
en cuenta también, cómo no, el firme, su calidad y adherencia especialmente en
mojado, el drenaje de las vías.
“Reutilizar
vías existentes” para rutas ciclistas como se hace con las “vías verdes”, es además de económico, seguro si se toman
las medidas adecuadas.
En la
actualidad es necesario fomentar aún más el uso de la bici en las
ciudades. Los objetivos comunes de las
ciudades son:
- Disminuir la densidad de vehículos a motor.
- Potenciar el
uso del transporte público y de la bicicleta.
- Mejorar la accesibilidad puerta a puerta.
Hoy en día en
las ciudades de España sólo usan la bicicleta para sus traslados un 4% de la
población, con la excepción de Sevilla que con sus extraordinarias condiciones
que llega al 6%. Destacan estos porcentajes frente a los de los Países Bajos o
Dinamarca donde se llega fácilmente al 50% del uso de la bicicleta.
En las ciudades es necesario
potenciar el uso del transporte público. La velocidad media de traslado en un
coche en ciudad es de 6,6 km7h, mientras que caminando fácilmente llegamos a
los 5 km/h.
En Canarias
además, debemos tener en cuenta la importancia del turismo relacionado con la
bicicleta. Como dato, una sóla empresa de Gran canaria trae a más de 20.000
clientes todos los años con una estancia media de 17 días y un gasto por
persona muy superior al del turista medio.
Debemos
aprovechar las favorables condiciones climáticas, de riqueza natural y
atractivo paisajista de las Islas Canarias en ese sentido. Las rutas variadas
en orografía y con poco tráfico constituyen el ideal para la práctica del
ciclismo.
Pero para eso,
se precisa el correspondiente apoyo logístico, sistemas de alquiler de
bicicletas y la creación de rutas ciclistas. En Tenerife, por ejemplo hay más
de 2.000 km de pistas forestales aptas para la práctica del ciclismo de
montaña. Más de 100.000 turistas de los que visitan Canarias cada año declaran
que usan la bicicleta durante su estancia.
Se hace
necesario consolidar este turismo con instalaciones adaptadas, con la
señalización oportuna, mejorar la movilidad con rutas interconectadas, con
alojamientos hoteleros especializados, y aprovechar los existentes para este
uso fuera de temporada como hacen las estaciones de esquí.
Fomentar la
intermodalidad es básico para el éxito de las campañas de uso de la bicicleta,
ya sea ésta pública o privada. Instalaciones de aparcamiento fáciles de usar y
mantener redunda en la reducción de las emisiones contaminantes porque
disminuye el tráfico de vehículos a motor y aumenta el de transporte público.
Por todo lo
anterior, nos parece adecuado tomar prestada un deseo expresado en este curso
por conferenciantes y asistentes, y
asumimos como epílogo la siguiente sentencia:
¡¡UNA CIUDAD PARA TODOS, Y UNAS CARRETERAS PARA TODOS!!
Delegación
Territorial de Canarias
Diciembre 2013